Paciencia e invisibilidad, relatos de cuidados y cuidadores.

En la profesión escogida por Yamila está implícito cuidar de otros. Sin embargo, para esta enfermera la mayor experiencia al respecto no fue en un hospital sino en su hogar, al tener que hacerse cargo de su madre.

Grabado en la memoria de Yamila Sánchez Dumas está aquel día en que a su progenitora, con apenas 52 años, le diagnosticaron un estado demencial prematuro.

«Mi hermana vino a visitarnos. Yo estaba trabajando cuando recibí una llamada suya diciéndome que nuestra madre, conversando en el patio con mi hija y unas amistades, empezó a decir cosas incoherentes. Cuando llegué a la casa, efectivamente, era como si tuviese a otra persona allí. Lo más impactante fue cuando le pregunté “¿Quién soy yo?”; y ella contestó: “Mi mamá”. Ahí comenzó todo…

Yamila rememora los cambios inmediatos realizados en el hogar para intentar adaptarse a esa nueva realidad: entre ellos, acomodar la silla-andador y los zapatos para que le facilitaran a su madre caminar por la casa, pues a la demencia se sumó una pérdida progresiva de la visión.

«En aquella época la casa estaba en construcción y tenía un solo cuarto. Allí dormíamos mi hija, mi esposo y yo. Pronto comenzaron las noches de no dormir. A mi madre le daba por cantar. Su comportamiento pasó a ser el de una niña: “¿Me trajiste dulces?” “!Quiero malta!”, todo eso a las tres de la mañana, y a esa hora había que salir a comprarla. Ella siempre fue una excelente madre y abuela, además de una mujer muy trabajadora, para mí sus deseos eran órdenes.

«Uno de los problemas mayores fue que le tomó mucho odio a mi esposo y eso ocasionó dificultades en el funcionamiento de la familia. Otra odisea fue encontrar alguien que nos ayudara a cuidarla, porque mi esposo y yo teníamos que trabajar; y mi niña empezaba la secundaria. Pasaron muchas personas por la casa y eso, además, era un gasto extra.

«Avanzaron los años y pasó por muchas etapas: la tranquila, la de intentar escaparse, la violenta, la de formar berrinches pidiendo algo que ya le habíamos dado… Esta situación lleva mucha paciencia».

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El término cuidador no está contemplado en el vigente Cógido de Familias, aprobado en el año 1975. Tampoco ha tenido el acompañamiento necesario en otras normas legales como la Ley Laboral o la de Seguridad Social. Quienes tienen a su cargo a enfermos, personas con necesidades especiales, niños o ancianos requieren de leyes que los respalden.

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