Elsa Falcón Alonso tiene 72 años de edad. Hace diecisiete abriles que dejó atrás aulas y libretas para acogerse al retiro. Junto a un grupo de alrededor de 50 personas, la profe Elsa encontró en la actividad física una alternativa para equilibrar cuerpo y mente.
“Cuando decidí dejar a un lado mis actividades laborales no encontraba un pasatiempos en el cual ocuparme hasta que contacté con la Cátedra del Adulto Mayor. En este lugar me siento viva otra vez”, rememora la otrora maestra de la Escuela Pedagógica Juan Marinello.
Las mañanas en el Parque René Fraga Moreno, de la ciudad de Matanzas, se llenan con el colorido del Círculo de Abuelos Amigos del Deporte y la Cultura. El proyecto incluye tablas gimnásticas, excursiones y ejercicios recreativos para la socialización del grupo.
“Ellos son muy entusiastas a la hora de los ejercicios físicos. Intentamos que todos participen a través de juegos y buscamos actividades propias para las dificultades físicas de los adultos mayores. También hacemos refranes y memorizamos frases para combatir enfermedades mentales”, agregó Elsa Jiménez Hechevarría, profesora de actividad física en el INDER municipal
La actividad física en los adultos mayores evita enfermedades provocadas por el sedentarismo. El ejercicio también retrasa el envejecimiento del cerebro y previene enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer u otros tipos de demencia senil. (ALH)
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