Buenas tardes a todos.
A lo largo de la última semana, hemos asistido a una rápida escalada del número de casos de COVID-19.
Esta vez se han notificado más casos y muertes en el resto del mundo que en China.
También hemos asistido a una rápida escalada de las medidas de distanciamiento social, como el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos y otras concentraciones de personas.
Sin embargo, no hemos visto una escalada lo suficientemente rápida de las medidas de detección, aislamiento y rastreo de contactos, que son la columna vertebral de la respuesta.
Las medidas de distanciamiento social pueden ayudar a reducir la transmisión y a evitar que los sistemas de salud se vean superados.
Medidas como lavarse las manos y taparse la boca con el codo al toser pueden reducir el riesgo para uno mismo y para los demás.
Pero por sí solas no bastan para poner fin a esta pandemia. Es la combinación de todas ellas lo que marca la diferencia.
Como siempre digo, todos los países deben adoptar un enfoque integral.
Pero la forma más eficaz de prevenir las infecciones y salvar vidas es cortar las cadenas de transmisión. Y para lograrlo hay que hacer pruebas y aislar.
No se puede combatir un incendio con los ojos vendados. Y no podemos detener esta pandemia si no sabemos quién está infectado.
Tenemos un mensaje muy sencillo para todos los países: pruebas, pruebas, pruebas.
Hay que hacer pruebas a todos los casos sospechosos.
Si dan positivo, hay que aislarlos y averiguar con quién han mantenido contacto cercano durante los dos días previos al desarrollo de los síntomas, y hacer pruebas también a esas personas. [NOTA: La OMS recomienda hacer pruebas a los contactos de los casos confirmados solamente si presentan síntomas de COVID-19]
Palabras clave: coronavirus, pandemia, OMS, infecciones, salvar vidas, pruebas
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