Un estudio sueco ha apuntado que el rituximab, un anticuerpo monoclonal empleado en trastornos del sistema inmunitario. podría ayudar a prevenir o ralentizar la progresión de la esclerosis múltiple (EM) secundaria progresiva.
Los investigadores compararon a 44 personas con EM tratadas con rituximab con 44 personas con EM que no recibieron el fármaco. Los pacientes del primer grupo tenían una edad media de 49,7 ± 10 años y una duración media de la enfermedad de 18,2 ± 9,4 años. La edad media del grupo que no recibió rituximab era de 51,3 ± 7,4 años y tenía el diagnóstico de EM desde hacía una media de 19,4 ± 8,7 años. El primer grupo tenía ligeramente más discapacidad que el segundo, según la puntuación de la Expanded Disability Status Scale (EDSS): 5,9 ± 1,4 frente a 5,7 ± 1,29 puntos.
El estudio encontró que los pacientes con EM que tomaban rituximab comunicaron menos síntomas discapacitantes a lo largo de un período de hasta diez años en comparación con el otro grupo (diferencia media EDSS: –0,52; IC 95%: –0,79 a –0,26; p < 0,001). También mostraron una progresión más lenta de los síntomas de EM (hazard ratio: 0,49; IC 95%: 0,26-0,93; p = 0,03).
Según los autores, el rituximab parece funcionar al afectar a las células B del sistema inmunitario. Esas células se han implicado en el desarrollo de la EM en otras investigaciones.
Enviar un comentario nuevo